La "iliada del papel" se desató el pasado 2010 entre el proveedor de partes y esta exigente novia. No les miento, hasta el caprichoso Ares tuvo que ver en este problema. Y es que no hay nada peor que una enfurecida novia neurótica y una ya cansada proveedora intercambiando mails del terror y llamadas telefónicas con afán de destruir.

La boutique del parte se llama dicha institución y Rosa es la Hera de la historia (y dejemos que la novia sea Atenea), esta reconocida tienda parece ser bastante buena, es más hasta yo pienso que lo es, lo que pasa es que no es buena para mi amiga.

Comencemos por el principio, aun cuando yo pienso que es el proveedor más fácil de conseguir y con quien lidiar, el quid del asunto está en que esta novia lo hizo al revés y, a diferencia de muchos, buscó en internet un modelo de parte de cual se enamoró y fue en busca de quien le haga ese igualito.

Llegó ahí por comodidad también, estaba cerca de su casa y por lo tanto fácil de monitorear, pero ya desde que te dan el calendario con las cuchucientas fechas de entrega, había algo de que dudar (jeje, se parece a mi y mis EPTs) y mucho más cuando tenían que reconstruir un diseño y hacer que se parezca al ya establecido.

Me viene a la cabeza haber escuchado que pasaron un sinmúmero de horas intentando escoger los colores y los modelos (no se de que, si ya había un diseño) de papel, del parte, del sobre, etc etc. y que al final tomaron una decisión, luego chaparon su combi de regreso. Les dijeron que debían esperar al diseño, como una semana, días después el otro diseño, después a la prueba y una vez aprobado se imprimiría todo ... eso durante mas o menos tres semanas.

Vaya que no cumplieron ni a la primera. Me parece que el diseño, seguro gringo, que la novia les consiguió no les salía y optaron por lo más fácil, prolongarlo hasta el cansancio y apelar a su pata Cronos, del resto se ocuparía la impaciencia que los obligaría a cambiar de diseño. Obviamente eso no pasó, la enfurecida novia y además flamante ejecutiva de cuentas por cobrar, la perseguía, la acechaba, ningún medio de comunicación quedaba suelto; a cambio sólo recibía más y más fechas que se iban más pa' llá que pa' cá.

Tanta fue la insistencia que Hera alcanzó a enviarle un modelo del dichoso parte de invitación al que Atenea calificó de mamaracho y empezaron las frustaciones... "me voy a quedar sin partes" digitaba, mientras su sobrina correteaba por toda la casa.

Lo que nos estaba faltando en esta historia es Zeus, flamante padre de Atenea que al ver a su hija romper en sollozos de frustración decide hacer uso de sus conocimientos editoriales y ayudar a su hija con tamaño problema. Mouse en mano y corel draw como escudo, arregló los problemas de diseño de la hija y apostó por unirse a la causa de odio a Hera, así, mismita ex-esposa. Que alivio sintió Atenea cuando creía que todo estaba solucionado, al parecer, porque no imaginaba que esto era el inicio de la "iliada del papel".

Para hacerla corta, imagínense una batalla virtual, eso era, mail de ida, mail de regreso, pum, atentado al profesionalismo, pum, a la lentitud, bang, no sabe contar, plin, "raja de ella en tu blog", agáchese que insultaron a Zeus, que con su bastón y su verbo procaz trataba de defenderse y que lo defiendan, splash ... silencio, le han colgado el teléfono.

Finalmente apareció mmm..llamémosle Hermes (yerno y no hijo de Zeus en esta historia), como el guerrero imaginario ya que Atenea nunca tuvo consorte. Hermes agarró la espada, digo el celular, y fue por Hera, enfurecido él y con un aura de energía a lo super sayayin. Pero saben que, en todo esto tenía que haber algo de racionalidad y por fin fue a N E G O C I A R con Hera, además de calmarla, y llegar a un acuerdo. Así, bajo los mantos de la mitología griega pero con un poco de ciudadanía, le prohibió mirar siquiera a la nunca calmada Atenea y tener el botín antes de sus vacaciones, es que ese fue el colmo, que el monte olimpo cerraba sus puertas hasta enero, ergo, ya casi casi se quedarían sin partes.

Lo gracioso, además del relato en vivo y en directo de la pelea, es que cuando Atenea mide sus fuerzas y llama al imaginario galán, en esta historia, para hacer las quejas respectivas, esta amazonas de la computadora pedía un poco de chochosidad y lamentablemente no le fue concedida, sólo recibió del mensajero, no guerrero y poeta un "bueno, entonces dime qué es lo que debo hacer". Chanfle, para obtener contención tenía pocas opciones que jugar, le quedaban las amigas virtuales, la gata (en esa época no había perra) y la mitología etrusca, porque de la griega, ya nadie le arrojaría un "dare, dare".

Ahora, cómo quedó el parte, realmente era bonito.. no sé, a mi aun no me llega y eso que me informaron que el rehén, hijo de un árbol, ya está en manos de los buenos, ya ha sido repartido cual trofeo de guerra, ya cayó en manos de malos, ya han osado criticarlo, ya tiene ganas de volverse otra vez árbol.

Bises