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Las señales están por todos lados, hay de todos los tipos y para todo los públicos. Pero lo que me gusta de ellas es que, sin importa de qué clase son, se han convertido en una guía para nuestras rutas y caminos; indican distancia, peligro; sugieren y obligan. Son como un twitt con dibujitos y pocas palabras.Juelicitaciones a quien se dedica a hacer señales, en su intento de comunicarse con la gente; aunque también es importante la otra parte y es que tu y yo las entendamos.
Así comienza la historia de hoy, con una novia que no atinó a adivinar las señales y voila! se lo dijeron de sopetón. Imagino al hermoso novio intentando soltársela de a poquitos, y a ella dando un explícito "no entiendo".
Pero como ya cada novio conoce a su novia, la llevó a romper la dieta una noche donde había mucho que celebrar y se lo soltó: "Amor, trabajaré el 24, el 31 y el primero" "eteee, el primero ¿de que?" "....." "ay nooooo, osea (como me lo dijo ella) bailaré sola el 31". En este caso, efectivamente sí funcionó la señal explícita.
Trato de imaginar qué pensó cuando se lo dijeron (con un maracuyá sour de por medio), pero no lo consigo. Yo solo pienso en el TOLD YA de casarte con un doc y mucho más con éste, muchas guardias, muchos sacrificios. Así que el mejor regalo del Colegio Médico del Perú para esta jóven pareja en estas fiestas es: "Jódete, este chico tiene que trabajar".
"Al final nos pusimos románticos" (dijo ella) "recordamos el primer año que nos conocimos y él también estaba de guardia" ... lo contó con resignación, pero ni modo pes.
Y esto trae a colación un tema aun mas profundo, y es el círculo tan cerrado del mundo médico en el país, este montón de seres que se creen distintos a los demás, si no es que a veces hasta superiores. Entrar en un grupo de éstos es, y lo he intentado, realmente difícil, hablan sólo de pacientes y chismes del hospital, de sus posibles vidas fuera del país, de los apodos a los facinerosos; se acachuflan entre ellos, se casan entre ellos y los que no, sufrirá algunos rezagos de discriminación como el NO ser invitado a un evento social y que tu casi marido no haga mucho en protesta y exige, chupetín en mano, ver a sus amigos con olor a desinfectante de hospital. Pero vas a ver, amenaza, "lo pagarás con sangre".
Podríamos apelar a las palabras de la mamá de esta chica a punto de casarse, y es uno no sabe con que diablo se casa (o algo parecido). Aunque insisto, este chico podrá tener miles de defectos pero tiene algo que yo no he visto en ningún otro médico, que conozco hartisisisisimos, es cariñoso, hogareño, consciente a su novia y aunque seguro piensa que sus quejas son innecesarias y que "uno nunca sabe lo que ellos viven", no lo dice tan seguido.
Así que señorita, lea las señales y empiece a trabajar en ello, no todas vienen en un rombo amarillo, muchas de ellas vienen en un suspiro.
Bises









